EL DIARIO DE UN FRACASADO, de José Losada

SOBRE LA NOVELA:

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Sinopsis:

El diario de un fracasado es una historia narrada por su propio protagonista dieciocho años más tarde de lo ocurrido. Cuenta la vida de un joven discriminado por la sociedad, un objeto de burlas y palizas, su sufrimiento y sus pesadillas reales. La pérdida de su progenitor, los complejos físicos y el bullying son los tres ingredientes principales de su clavario; atormentado por la continua aparición de un ser enlutado y carente de rostro que emerge entre las tinieblas, hace que Iván se sumerja en un mundo oscuro de indecisiones e inseguridad. Todos se ríen por verle exceso de un sexo y falta de otro. Nadie lo entiende; él, mucho menos. Nadie lo quiere, ni niñas ni niños. Mata las horas dibujando su propia vida con los colores igual de cálidos que la sangre que a diario le arrebatan de su cuerpo; premoniciones nefastas, visiones espeluznantes, más palizas, más sangre... El diario de un fracasado significa lágrimas, dolor y sangre; El diario de un fracasado es la vida de un sufridor.

ACERCÁNDONOS A JOSE LOSADA:

Blog: http://minirelatosterrorificos.blogspot.com.es/

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Twitter: @joselosada86 https://twitter.com/joselosada86

1.                       ¿Quién es Jose Losada?

Hola, Mary, y hola a todos los lectores de tu blog. Como siempre hago en todas las entrevistas (creo que con esta me han hecho tres en toda mi vida), quiero agradecerte que me dediques una parte de tu tiempo, el darme esta oportunidad y, por supuesto, darte las gracias por haber leído El diario de un fracasado y hacer una reseña tan favorable para mi historia.

Me llamo José Luis Losada Maestro, aunque no utilizo nunca ni el segundo nombre ni el segundo apellido. El nombre compuesto lo odio, y el apellido se me hace demasiado largo. José Losada me gusta más. Tengo treinta y un años, y soy auxiliar de enfermería en salud mental y profesor de escritura en el Cibertaller literario de Twitter. Escribo novelas y relatos de terror, y de vez en cuando de amor, pero como Santiago Bernal (otro nombre corto).

2.                       ¿Naciste escritor o te hiciste? ¿Desde cuándo escribes y por qué?

Ni lo soy ni nací. En todas las entrevistas digo lo mismo: "Gente que escribe hay mucha, pero escritores muy pocos". Hoy en día todo el mundo se considera escritor, y eso no es así. Hay que trabajar mucho para referirse a uno de esa manera. Hay quien escribe un libro y vale para escribir; en cambio, hay quien escribe siete y no es más que un creador de historias. Tengo dos publicados y unos doce en un cajón. Aun con esos catorce, soy (y por muchos años más, hasta que aprenda lo suficiente) un simple creador de historias, alguien a quien le gusta escribir.

Empecé a escribir cuando tenía doce años. Casi no salía a la calle y pensaba mucho. Era incapaz de dejar de pensar y necesitaba soltar las ideas de alguna forma. No tenía amigos, mis abuelos eran mayores y mi madre se pasaba todo el día trabajando. Al igual que el mejor amigo de Oliver Atom era un balón de fútbol, para mí lo era un cuaderno (sin anillas). Cogí unos cuantos folios, los doblé, grapé y creé ese amigo mencionado. Las hojas en blanco poco a poco fueron cobrando vida, y de la misma forma que para relajarse hay que dejar la mente vacía e irla llenando con pequeñas imágenes, lo ocupé con letras. Parece una tontería, pero no hay nada mejor que contarle tus problemas a una hoja de papel: no te interrumpe, parece que te escucha, no te recrimina nada y te ayuda a relajarte... Al principio llené el cuaderno de escritos y dibujitos con técnicas de defensa personal. Lo llamé: El libro que enseñaré a mi hijo (porque ya con doce años soñaba con ser papá), pero me cansé pronto (de escribirlo. Ser padre sigue siendo mi sueño). Lo dejé por ahí y empecé a escribir El día a día de una vida, y me extendí con la historia diecisiete años. Hoy se llama El diario de un fracasado.

3.                       Háblanos de tus publicaciones y dinos en qué género las enmarcas.

Tengo dos: Al borde de la locura y El diario de un fracasado. En Navidad quise publicar una historia navideña que he tenido varias veces en el blog, pero después, con la promoción de El diario de un fracasado, la dejé. También tenía en mente publicar ese Año de terror que tantas veces he prometido, pero de igual forma, lo abandoné. Mis dudas a la hora de publicar El diario de un fracasado no iban mal encaminadas. Me costó mucho decidirme a dar el paso. Hubo gente que me dijo que no lo hiciera, que me olvidara de esa novela, que la destruyera. Estuve a punto de hacerlo, y dudé hasta el último segundo. En vez de decírselo a la editorial que me había publicado Al borde de la locura, decidí autopublicarla. Nada más subirla a Amazon tuve un error de maquetación, y de nuevo pensé en olvidarme de ella. Lo arreglé y ahí está. Ahora bien, en las notas finales, antes de que lo leyera nadie (porque la novela ha llegado virgen a los lectores, tal y como explico al final. Nadie leyó jamás la versión definitiva antes de autopublicarla. No quisieron) advierto de su dureza, siendo muy consciente de lo que he escrito. He sufrido por esa historia, y sigo sufriendo. Creo haber vendido cerca de treinta ebooks, no más, y la habéis leído unas doce personas. Ni una sola la ha leído sin tener que parar durante un tiempo. La lectura de El diario de un fracasado se convierte en el manuscrito de un autor que tiene que dejar reposar su obra para no agobiarse. Es algo así.

Precisamente por esa espina que llevo clavada, por tantos comentarios que me han llegado de: no puedo, José. Lo siento, pero no puedo con ella. Me encanta, pero lo describes de una forma que se me hace durísima/ Tengo que dejarla. Intentaré continuar con ella en otro momento, pero no puedo. Si sigo reviento/ No dejo de llorar. Ese niño sufre calvario tras calvario y no lo aguanto/ No me extraña que se sienta tan desgraciado con ese cuerpo, y se me parte el alma al leerlo..., estoy escribiendo una segunda parte, que dada su extensión, al final serán tres. Es cierto que, como bien has dicho, no hay ningún momento feliz en la historia de Iván. Quiero que esta segunda o tercera parte, digamos que en su cierre, dentro de lo malo sí lo tenga. Eliminé alrededor de cuarenta o cincuenta páginas porque si no, aseguro que nadie, absolutamente nadie, llegaría a terminarla.

Llevo la espina, y cada día se me clava más. Para mí también es una novela de terror, y estoy muy de acuerdo contigo. Tiene dos terrores diferentes: el de las premoniciones y el del maltrato que reciben Iván y su madre. Quien empiece a leerla tiene que ver que es una novela de terror, porque hasta que Iván no hace el curso de natación, casi todo lo anterior son las premoniciones, las pesadillas con la bruja malvada y el miedo del niño. Pero la recreación del dolor se ha comido a esa bruja encapuchada, y nadie la recuerda. Se quedan con el terror de la realidad, que es lo que me gusta escribir.

Para concluir esta pregunta, repetiré que llevo esa espina como parte negativa porque no quiero hacerle daño a nadie, aunque sea en letras; como parte positiva, me alegra que me hayan llamado valiente. Durante toda mi vida (y que me perdonen los lectores por esta expresión), para el mundo nunca he tenido cojones.

4.                       Como lector, cuéntanos tus preferencias.

Creo que Poe siempre fue y será mi favorito, sin ningún género de dudas. Para mí eso sí que es terror, y tal vez su forma de provocar angustia me haya marcado mucho. Hoy en día intento leer más a autores noveles que a los consagrados. No sé, tal vez porque también soy nuevo y deseo que me lean, y por supuesto siempre tendrán mi apoyo. Los consagrados están muy bien, son muy buenos y nos dan grandes historias, pero la vida avanza, sus obras siempre van a estar ahí y hay un sinfín de nuevos talentos llamando a la puerta. Conozco a mucha gente no famosa a la que prefiero antes que a muchos autores de best seller. Algunos de los que leo, el día de mañana también serán famosos, y así lo deseo. La literatura tiene cuerda para rato. La imaginación no tiene final.

5.                       ¿Qué te gustaría contarnos, que no te he preguntado?

Poco, porque ya me he extendido bastante, jajajaja. Solamente repetir que mi próxima novela será la segunda parte de El diario de un fracasado. Ahora mismo estoy con ella y espero terminarla este año, porque de un tiempo a esta parte no tengo ni tiempo para escribir. He aparcado tres historias para centrarme en esta. Quiero olvidarme de Iván de una vez, darle un digno final y retomar los manuscritos anteriores. Iván es el personaje al que más quiero pero al mismo tiempo a quien más odio. Llevo dieciocho años con él, y veo que no muere nunca. Su destino y el mío está en manos del lector. Siempre se ha dicho que las segundas partes nunca son buenas, así que tengo dos opciones: conseguir quitarme la espina y que el final le encante al lector o crucificarme y enterrarme para siempre. Sea lo que sea, la decisión ya está tomada, y por lo tanto, habrá continuación. Espero no tardar otros diecisiete o dieciocho años...

Muchas gracias, Mary, y muchas gracias a los lectores. Espero y deseo que les guste la entrevista. Un beso y un abrazo fuerte. Gracias de todo corazón.

MI OPINIÓN:

Empezaré diciendo que me ha costado mucho leer esta novela, por varias razones, que luego contaré. Y sólo ha habido una que me impulsara a no dejarla: el mismo José me advirtió de que quizá no la pudiera terminar. Así que me lo puse como reto.

La primera razón para no haberla leído sería el género. Habrá quién me diga que no es así, pero pienso que es de auténtico terror. Y yo no leo terror. Además, me cuesta especialmente cuando la historia habla de injusticias o maltrato a mujeres, niños o cualquier persona más débil o desfavorecida. Y la novela de la que estoy hablando es esencialmente eso.

Durante toda ella se relatan situaciones muy duras que me hicieron tener sentimientos encontrados, pero casi todos negativos. El propio narrador comenta que no hay nada feliz en su historia y es así. Por eso, a veces me enfadaba con la sociedad en general, con las personas que rodean al protagonista en particular y conmigo en casos contados, en los que creo haberme visto reflejada. Y esto es debido a que, ¿quién no se ha reído de alguien alguna vez?

Intentaré hacer un análisis externo, como siempre hago, aunque creo que no puedo ser del todo objetiva, por tratarse del tema que es objeto en esta novela.

Sobre los personajes, diré que son absolutamente reales. El hecho de estar contado por el propio protagonista, en primera persona, hace que lo percibamos como cualquier alumno de un colegio. Y a nosotros, como sus compañeros. Importantísimo el papel que juegan sus familiares y las personas que lo rodean, por supuesto. El autor describe a la perfección a todos los que se relacionan directamente con Iván; tanto los que le quieren, como los que le odian.

Además, José es extremadamente descriptivo, explicando minuciosamente desde las características físicas de los personajes (de Iván, en particular y de los demás, en general), como también los lugares. Pero lo más impactante para el lector, creo yo, son las descripciones de situaciones y sentimientos. Tanto que puedes llegar a llorar, a enfadarte o a revolverte contra una situación, pero no te quedas impasible.

El desarrollo de la historia es muy lento en los momentos concretos que relata, por supuesto y evidentemente rápido en la transición entre ellos. Esa lentitud es a veces angustiosa, porque al describir el terror que el personaje siente a experimentar lo que vive, una siente la necesidad de que todo pase de una vez. O puede que sea porque soy extremadamente sensible con el tema.

Y sobre el estilo, quiero decir que yo conocía la forma de escribir de José Losada, pues he sido lectora fiel de su blog y alumna de su taller. Le he leído en diferentes géneros, aunque sé cuáles le gustan más y es en los que mejor hace: novela negra, gótico, terror, etc. En esta novela es fiel a su manera de escribir, pero para mí ha resultado más complicado por la repulsión que me causaba. En ese sentido, el exceso de detalles, repeticiones de cosas o dar relevancia a otras, para enfatizar momentos y sentimientos, no han sido agradables de leer, sino todo lo contrario. Es obvio que la historia lo demandaba.

Siempre termino mis opiniones sobre libros diciendo a quiénes lo recomiendo. En este caso también es complicado, porque la mayoría de las personas que leen esta sección son amigos de la romántica. Nada de eso encontrarán en esta novela. Se la recomiendo:

-          A quienes deseen conocer una historia de maltrato en toda su esencia.

-          A quienes quieran saber lo que es el verdadero bulling escolar (y luego en la mili. Afortunadamente ya no existe). A estas personas, les vendría bien conocer lo que siente el niño o joven acosado, lo que hacen las personas cercanas, los acosadores, los compañeros y la familia, al respecto. Y también, la importancia y las consecuencias de una decisión como sacar al individuo de esa situación más pronto o más tarde.

-          A quienes disfrutan leyendo novela negra, de terror o de horror. Eso sí: que no esperen encontrar una historia fantástica de monstruos o cosas paranormales, pues esto es la puñetera vida real.

-          Y a todos. Sí, he dicho a todos. Todos deberíamos saber lo que ocurre cada día en nuestro entorno y, demasiadas veces miramos para otro lado. Conocer una realidad así, quizá nos llevaría a no quedarnos impasibles, a no participar de semejante barbarie y a actuar. Actuar por una vez en favor del desfavorecido. Quizá sólo porque sí, porque es lo correcto.