Es la segunda vez que leo un libro de Félix. De hecho, es su segunda novela. La puedes comprar en este enlace de amazon o contactando directamente con su autor.
Es curioso que no se ajusta al mismo género que su anterior producción, Gaman. Y lo que más me ha gustado es que el escritor se ha empapado bien de la época en la que está ubicada la historia.
Os adjunto la larga sinopsis que el autor nos propone en la contraportada.
“Nos encontramos en los albores del siglo XX. En una pequeña y tranquila villa del noroeste de Europa, en la que nunca parece suceder nada fuera de lo común, Richard Van Doyle, heredero de una de las familias más influyentes y populares del entorno, ve cómo su vida da un trágico vuelco al perder a su esposa Serena mientras daba a luz a su hija primogénita Ariadna.
Tras el funeral, la inesperada aparición de una anciana ermitaña del lugar, Medea, trae consigo una serie de ominosas advertencias hacia Van Doyle que todo el mundo toma como amenazas y maldiciones por parte de la vieja, considerada desde siempre como una bruja a la que evitar y temer. La violenta y truculenta muerte del asistente y mejor amigo de Van Doyle, Boris, sólo parece confirmar dicha creencia popular.
Un Richard, aparentemente hundido mentalmente y temeroso por la vida de quienes le rodean, toma la decisión de auto aislarse en el lugar más apartado y, aparentemente, seguro de la villa: el sanatorio Borchardt para enfermos mentales. A su vez, deja a su hija Ariadna, bajo los cuidados de la única persona en la que confía: su vecino Alan Templeton, un viudo farmacéutico que convive con su hija de un año, Alyssa, y su sabia y carismática madre, Rosalind.
Lo que, en un principio, podría parecer un acto que pusiera punto y final a tanta desgracia, no es más que el desencadenante de una serie de sucesos que sacarán a la luz, entre otras cosas, el oscuro pasado que persigue a la familia Van Doyle, cuyo legado, propiciado por algo tan primitivo como aterrador, ha trascendido las barreras de la misma mortalidad amenazando con arrasarlo todo y a todos.”
Como ya he dicho, publiqué una opinión sobre la primera novela de Félix I. Horga, que podéis encontrar en este enlace a este mismo blog. Allí tenéis la entrevista que le hice, en la que nos cuenta quién es él, cuáles son sus preferencias como lector y todas sus incursiones al mundo de la escritura.
Por último, os daré MI OPINIÓN sobre la novela:
Lo primero que me llamó la atención, como os he dicho, es que Félix se ha documentado muy bien sobre la época de la que escribe. Personalmente he descubierto algunas cosas o costumbres de los inicios del siglo XX que desconocía (yo soy de finales, jajaja).
Se trata de una trama muy bien armada, en la que nos introduce en un misterio muy complicado de entender, hasta incluso para los mismos protagonistas de éste.
Quienes leéis mis opiniones, sabéis que odio contar la historia, así que sólo os diré que es extraño que yo lea algo así, pues se trata de un thriller. Sin embargo, me gusta cómo se desarrolla el suspense, a lo largo de toda la novela. Adoro “jugar” a intentar adivinar qué ocurrirá después, o cómo continuará la trama. Y he de decir que sólo me anticipé a un par de cosas. Me sorprendió gratamente.
En cuanto al estilo, Félix utiliza en general frases muy largas. Esto no me dificultó el inicio de la lectura, pues me devoré más de dos tercios del libro en apenas un fin de semana. Las fechas han hecho que tuviera que posponer el final de la lectura y me haya llevado mucho más tiempo del que habría deseado. En todo caso, me ha encantado.
Hay una cosa que supongo que a la mayoría de los lectores nos gusta menos: la sinopsis tan larga y detallada. Personalmente, prefiero que sólo se me ponga en situación, pero que no me cuenten nada.
Se la recomiendo sobre todo a los lectores de thriller y misterio. A quienes les gusta el ocultismo y otros temas similares. Y bueno, a cualquier lector voraz, pues, aunque no toca el género romántico —sabéis que es mi favorito—, a mí me mantuvo pendiente todo el tiempo. No os la perdáis.
Y un mensaje para Félix: ahora que has encontrado la pasión por la escritura, no se te ocurra dejarlo. Antes bien, ¡SIGUE ESCRIBIENDO!
