domingo, 18 de marzo de 2018

DIRTY DANCING, el musical.


Quiero comenzar esta primera opinión dejando claro que sé que no soy una experta en teatro o musicales, pero tengo opinión respecto de las cosas que veo. Por ello me apetecía escribirla en mi blog, que es mi casa. 
El pasado viernes fui a ver “Dirty Dancing, el musical”. Y me gustó mucho.
Soy una adicta a los musicales, pero no “me entra todo”, la verdad. Soy muy estricta con la música (¿deformación profesional?). Y también con la interpretación, a pesar de que no soy actriz, ni tengo nada que ver con las artes escénicas.
Con el ARGUMENTO, jugábamos a caballo ganador: adoro esa película. Lo cierto es que se sale un poco del original, pero sé que fue la misma autora del guion cinematográfico, Eleanor Bergstein, quien escribió el de teatro. Evidentemente me refiero a la película original, de 1987; no al remake de 2017 que –lo siento– es una burda copia mal hecha.
En cuanto a la MÚSICA, me gustó mucho que cantaran en directo. Esos dos muchachos lo hacen genial, la verdad. A mi juicio, no todos los números en los que aparecían los músicos, estaban interpretando en directo, pero es posible yo que esté equivocada.
Los ACTORES lo hicieron muy bien:

-          Pablo Ceresuela, que interpretó a Johnny Carson lo tenía complicado para “pasar mi filtro”, pues tengo el juicio anulado, debido a mi adoración personal por Patrick Swayze. No obstante, pasó con creces el listón: me gustó mucho (y no sólo por la escena en la que muestra sus lindas posaderas). Gran bailarín (fundamental para su papel, claro), buen actor y creíble.
-          Laura Enrech, que hizo de Baby no me gustó tanto. En la primera parte, hubo un par de momentos en los que sentí que no se sabía el papel, como si él hubiera tenido que improvisar para poder salvar la escena. Luego la vi más “suelta”, aunque personalmente no me gustó la escena en la que baila con él en el hotel. Debía parecer muy nerviosa, pero no “patosa”. De todos modos, hay que reconocer que bordaba las escenas en las que simulaba que no sabía hacerlo.

Los secundarios también son buenos: actúan, cantan y bailan con gran dedicación. Sin duda, como ya he comentado, los tres cantantes lo bordan.
Preciosos DECORADOS y una puesta en escena muy trabajada y cuidada. Es una obra que merece la pena ver.
La recomiendo a las personas de mi generación, que vivimos la aparición de la película, pero también a nuestros hijos. Por supuesto, la disfrutarán mucho todos los amantes de la música, el baile, el teatro en general y los musicales en particular. Perfecta para todos los públicos.

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