No sé qué me has hecho.
Hoy especialmente mi piel añora tu piel. Mi boca extraña la tuya y mis oídos, tus gemidos. Tengo tantas ganas de tocarte que me arden los dedos, ante el tacto que jamás han poseído. Tu aroma llega a mí, cruzando montes y prados, claro y limpio, tremendamente incomprensible, fruto del desconocimiento absoluto.
Irracionalmente te extraño.
Mis caderas se resienten de no haberte cabalgado. Mi cuerpo tiembla y lamenta los orgasmos que te debe. Y mis piernas sienten frío de aún no haberte abrazado.
Te deseo sin medida.
Sin un mínimo entendimiento. Absurdamente te llamo y te busco entre unas sábanas qué jamás te han conocido.
Quiero compartir contigo las coordenadas de mi cuerpo. Ocupar tu mismo espacio, vivir en el mismo tiempo.
Te deseo sin sentido, caprichosa, estúpida... te quiero a mi lado.
Te extraño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario