AROMA
Nel se despertó sobresaltado.
Desconocía el lugar en el que se encontraba, ni la hora o el día que eran.
Estaba vestido y no tenía molestias, ni dolores en su cuerpo, por lo que
interpretó que no tenía nada que temer.
Miró alrededor,
pero nada le daba pistas de qué lugar era ese o qué estaba ocurriendo. Un sofá
en el que había estado durmiendo, una mesa totalmente vacía y una silla,
formaban todo el mobiliario de la habitación. No había ventana, pero la puerta
estaba abierta.
Decidió salir de allí por varias razones.
Por supuesto quería saber dónde estaba y qué diablos hacía en aquel lugar. Pero
también necesitaba urgentemente encontrar un baño. Esa costumbre de orinar nada
más despertarse no iba a cambiar por mucho que desconociera su suerte. Afortunadamente
había un servicio justo al lado de aquel cuarto, por lo que resolvió su
necesidad y aprovechó para asearse un poco.
Salió de nuevo y miró a su
alrededor. Una enorme escalera descendía en semicírculo hasta el piso inferior.
Se entretuvo un momento en estudiar la decoración de aquella mansión. Una gran
lámpara de araña, que debía ser extremadamente pesada, reinaba en el techo e
invitaba a contemplarla durante horas. Pero Nel no podía permitírselo: no sabía
de cuánto tiempo disponía. Todo lo que veía era absolutamente opuesto a la
decoración del cuarto en el que despertó, tan vacío y austero. El resto de la estancia,
muy barroca, le hacía pensar que se había colado en Tara y que en unos pocos
segundos, se cruzaría con Ret Butler o con Scarlet O´hara.
Descendió por la enorme escalera.
Entonces escuchó una música que provenía de la habitación del fondo, y que
parecía una gran biblioteca. Decidió dirigirse allí, para lo cual tuvo que
cruzar el gran salón dorado que tenía delante. Temía pisar la almohadillada
alfombra, por miedo a mancharla o estropearla. Y en todo momento miraba a los
lados, esperando que algo sucediera o alguien apareciera y le preguntara qué
hacía él allí.
A pesar de sus temores siguió
caminando hasta que, a un lado de la puerta de la biblioteca, vio una preciosa escultura
que le llamó la atención. Se trataba de un angelito, pequeño y gordito,
semejante a los de Murillo. No tenía arco, ni flechas, ni instrumentos
musicales. Tan sólo llevaba en la mano algo extraño, que no podía identificar.
Al acercarse más, pudo comprobar que el objeto que sujetaba era un pequeño cilindro con un agujerito
en la parte superior. Se lo acercó a la nariz y lo olió.
Entonces lo entendió todo: estaba en casa de
Jana. Ese era su perfume, esa era su canción y aquella era la sensación que le
producía estar con ella.
-
Hola dormilón. Qué bien que te hayas despertado.
– escuchó la maravillosa voz de su chica.
Se dio la vuelta para mirarla y
se encontró con la más hermosa sonrisa que nunca había visto. Sus ojos, que
también sonreían, brillaban como el sol de la mañana. Le besó. Nel decidió
levantarse de la cama. ¿De la cama? ¡Un momento! ¿Dónde se encontraba? Miró a
ambos lados, con gesto de miedo y Jana le preguntó:
-
¿Qué ocurre, cielo? ¿Estás bien?
-
Yo… Tu casa… El angelito…- titubeó Nel
-
¿Mi casa? ¡Nuestra casa, cariño! Estamos en
nuestra casa, ¿lo ves? Anda, levántate ya, que vas a llegar tarde a trabajar.
Te espero en la cocina: hoy hago yo el desayuno. – le respondió Jana, saliendo
de la habitación.
Nel volvió a mirar a los lados.
Reconocía perfectamente esta habitación: su habitación; la que compartía con
Jana desde hacía pocos meses. Por supuesto había ventana y él y Jana la habían
decorado a su gusto, con muebles de Ikea y con fotos y cuadros elaborados por
ellos mismos.
Se acercó al cuarto de baño, como
todas las mañanas y entonces lo vio: el frasco de perfume de Jana. Se lo acercó a la
nariz y lo olió… y se sintió transportado de nuevo a lugares exóticos,
mansiones de película e historias de amor eterno…
-
Nel, ¿vienes o qué? – oyó la voz de Jana, a lo
lejos.
-
Sí, cariño. Voy. – respondió él.
Tapó el perfume de Jana y sonrió.
Supo que seguiría haciéndolo: oler su perfume, escuchar su canción favorita y
dejarse transportar a sueños maravillosos y lugares de fantasía. ¿Al fin y al
cabo, a quién hacía daño? Él nunca había conocido a nadie que fuera adicto al perfume
de su chica, pero esto no era malo. ¡En realidad era absolutamente fantástico!
Un tierno relato que sin duda será del gusto de cualquiera que tenga un alma romántica. Saludos Mary.
ResponderEliminarGracias Frank. Yo la tengo y... ojalá lo sea. Besos. Gracias por leerme y opinar. ;-)
EliminarYo no sé si seré romántico (o se me ha olvidado ya cómo funciona eso del romanticismo), pero sí te puedo decir que yo soy "muy de olores". Suelo ser de ese tipo de gente que relaciona olores con momentos, lugares, personas... En otra vida debo haber sido un perro de caza o algo así... jejeje.
ResponderEliminarMe ha encantado el desarrollo de la historia y como has incluído la frase el juego. Y sobre todo el giro final. :)
Un besete amiga y gracias por unirte al juego!!
Gracias Ramón. Gracias a ti por incluírme en "este rollo" queme encanta. Gracias por leerme y comentarme. Besos.
EliminarYo creo que es muy bonito identificar a las personas que amamos con un olor especial, sea de su piel sea artificial como en este caso.
ResponderEliminarQue no es erótico? y qué? a mi me ha gustado. Besos.
Gracias Cat. Bueno, era curioso, diferente a otras cosas que he escrito. Para mí, lo de romántico.... debe ser imposible de evitar... jajajaja Gracias por leerlo, por comentarlo y porque te haya gustado. Nos leemos, linda! Besos.
EliminarMe gusta como se va transformando la frase al pasar por la personalidad de cada uno de los participantes. Felicidades!
ResponderEliminarSí, Patricia. Es lo mejor del juego, ¿Verdad? Cuánto cambia una misma frase en diferentes personas... Gracias por lleerme, por comentar y "nos vemos". Besos
EliminarMe gustó mucho la historia. Yo también soy de las que recuerdan olores y los relaciona con momentos, personas, lugares...
ResponderEliminarUn beso.
Me alegro de que "seamos más"... Gracias por lleerme, comentar y también por tu beso. Otro para ti, k@ry. :*
EliminarGenial relato, un placer conocerte en este nuevo juego que nos trae Ramón! Nos leemos!
ResponderEliminarGracias. Encantada de ello!! Y sí: nosleemos!! <3
EliminarHe llegado aquí desde el juego de Ramón y tengo que decir que me ha gustado mucho tu relato y la forma de introducir la frase! Sobre todo, ese halo misterioso que lo ha envuelto todo hasta el final... y todo por ese olor que le transporta a otros lugares... Esperemos que nunca dejen de fabricar esa colonia jejeje
ResponderEliminarMe gustó mucho! saludos
Muchas gracias Ángela. Me haencantado participar contigo y con los cemás en este juego. Y celebro que te haya gustado mi relato. Un beso y seguimos en contacto. :*
EliminarHola, Mary Ann. No conocía tu blog y encantado de conocerlo.
ResponderEliminarVengo de responderte en el mío y desde el de Ramón (ya sabes, la manía de ir en orden y este era el segundo, jajajaja...). Me ha parecido muy simpático y muy fresco. Es como un soplo de brisa. Gracias por participar.
Un abrazo.
Hola Ricardo. Gracias por leerme y comentarme. Gracias por tu comentario. Voy a ver qué me respondiste!! jajaja
EliminarAh, lo de ser 2ª fue "un poco de enchufe" esta vez. Pero sí: me ha dado "ventaja". Gracias de nuevo y NOS LEEMOS.
Otro abrazo.
Estos días he estado muy liada y no había podido leer tu relato. Me ha gustado mucho, y te aseguro que puede llegar a ser una historia de lo más erótica. Gracias preciosa por deleitarnos con cosas tan bonitas
ResponderEliminarUn relato precioso y que sin lugar a dudas, puede llegar a ser una historia de lo más erótica, sí señor. Gracias preciosa por deleitarnos con cosas tan bonitas. Besitos
ResponderEliminarGracias a ti, Sandra, por leeme y comentarme. No dará en historia erotica (creo) porque la historia terminó ahí. El próximo mes será otra la frase del juego. Pero en fin... quién sabe si... jajajaja
EliminarBesos y NOS LEEMOS. <3
Pues Mary, no sé si para el próximo mes, pero una de las frases que tengo entre las "futuribles" a ti te podría venir bien para uno erotico (siendo, como creo que es, una frase versátil (que es como procuro que sean las que busco))
Eliminar;-)
Qué bien, Ramón. Aunque, como dices, todas las frases pueden estar insertas en cualquier tipo de texto. Me ha encantado ver cómo cada escritor hemos visto diferente objeto con agujerito en la parte superior. Y a pesar de que "todos lo olieron", unos tenían aroma, otros no, y alguno, hasta pimienta!!! jajaja Gracias de nuevo y más besos.
EliminarQue bonito relato Mary Ann, romántico y tierno, me gusto mucho la descripción tan detallada que haces de los lugares u objetos, eso siempre lo aprecio mucho en un escritor, porque fomentan la imaginación para situarnos en "escena",Un abrazo
ResponderEliminarHola NThelma. Gracias por leer, por comentar y por lo que me dices. Me encanta recrearme en las descripciones, independientemente del tipo de relato que escriba. Celebro que te hayan puesto en escena. Y si te animas a leer alguno de mis otros relatos, quizá disfrutes aún más de "ponerte en situación" ;-) Besos enormes :*
ResponderEliminarmmm...esos olores que te transportan a lugares a momentos que quedarán grabados para siempre en tu memoria. Para mi, el mejor y mas embriagador aroma, es el de la misma piel...ese que te llena todos los sentidos! muaaaaakssss ;)
ResponderEliminarExacto!! Aromas que recuerdan a personas, lugares, momentos... absolutamente imborrables... Para mí, el aroma de la piel, de SU PIEL, también es el que me llena, en todos los sentidos.
EliminarUn besazo también para ti!! ;-)
Gracias por leer y comentar.