Hola: Hace unos días, hablando con mi amiga Vanesa, "creamos una fantasía" a partir de algo que le había ocurrido. Se me ocurrió escribir un relato y me puse "manos a la obra" Bueno, mi mente romántico - erótica se enredó demasiado y he decidido dividir el relato en tres partes. Aquí os dejo la 1ª, dedicada por supuesto a ella. Va por ti, Vanesa. Te quiero.
Mary Ann.
LOS SENTIDOS
Sandra
se levantó con dolor de cabeza. Le costaba abrir los ojos y le molestaba la
poca luz del flexo. Como pudo, se acercó al cuarto de baño. Se lavó la cara y
soltó un taco. Hoy no podría ponerse las lentillas. Metió las gafas en el
bolso, pues sin ellas estaba perdida, aunque se negaba a ir con ellas por la
calle.
Se
vistió, se aseó y desayunó. Tenía que hacer unas compras, pero antes pasaría
por la óptica. Manuel le vería el ojo y le diría algo.
Cuando
llegó a la óptica, Manuel le recibió con una sonrisa:
-
Buenos días, preciosa. ¿Ocurre algo? – le preguntó.
Manuel
era un bombonazo. No era muy alto, pero sí muy guapo. A veces vestía de traje, a
veces de sport, pero siempre iba impecable. Cada vez que se le acercaba para
verle los ojos, Sandra se quedaba “colgada” de su olor. En la primera consulta,
no pudo resistirse a preguntarle qué perfume usaba. Él le dijo que Playboy Vip,
y le preguntó si le gustaba, a lo que ella le contestó que mucho. Manuel le
propuso una cita, pero Sandra declinó la invitación, pues acababa de conocerle.
Desde entonces, cada vez que acudía a la óptica, él reiteraba su invitación y
ella se excusaba una y otra vez.
-
Necesito que me mires el ojo izquierdo, Manuel. Me duele desde ayer y no me
puedo poner las lentillas. – respondió Sandra. No podía negar que este chico le
encantaba. Cualquier día de estos aceptaría esa cita.
- ¿Qué
te mire el ojo? ¿Uno de tus preciosos ojos verdes? Será un placer, como
siempre. Pasa por aquí, preciosa.
A
Manuel le gustaban mucho los ojos de Sandra, pero a ella le fascinaban los
preciosos ojos verdes de Manuel. Él llevaba unas gafas de pasta negras que a
Sandra le encantaban. Pero lo que más le gustaba de él eran sus labios:
grandes, claritos, que cuando sonreían, a ella se le nublaba la vista. Siempre
pensaba qué se sentiría al besarle: seguro que besaba genial.
Manuel
siempre le llamaba preciosa. Sandra entró en la sala de consulta y se sentó en
el sillón. Manuel comenzó a mirarle los ojos y, al terminar, separó el oftalmoscopio
y se le quedó mirando desde tan cerca. Inspiró…, expiró… y se retiró despacio, sonriendo,
mientras negaba con la cabeza.
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Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.
Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.
Oinssssssssssssssss!!! que a mi me da algooo !!!
ResponderEliminarOstras con Alberto y con Manuel... no sé quien me gusta más!! jajajajajaja
Veo que el tema se esta poniendo calentito calentito!!!
Deseando de leer tanto la 2º parte como esa 3º... jijijijiji
Mil gracias preciosa por dedicarmele... me encanta!!!! y estos me les guardo... mi "super regalazo" de cumple ^_^
Que interesante!!!!
ResponderEliminarGracias Mariah. Ya tienes la 2ª parte. Esta noche, la 3ª. Besos.
EliminarUy está Sandra... Se puede juntar con mi Paula y catan a todo los buenorros en un sólo fin de semana jajajajaja.
ResponderEliminarEstá muy interesante, pero se ve que Alberto ha sido todo un flechazo porque con Manuel se lo tuvo que pensar muuuucho más para aceptar una cita, me tiene mosca la coincidencia de la colonia y me da que algo va a tener que ver, aunque igual me equivoco.
Voy a por el siguiente.
Lo de la colonia es un "guiño" a Vane (=Sandra) A ver si te quedas con Manuel o con Alberto!!! ;)
EliminarMe encanta tu mente romántico-erótica. Voy con el segundo.
ResponderEliminarOjalá te guste! Y el 3º. Besos
EliminarChica, que suerte... conseguir dos citas seguidas con dos bombones... así cualquiera estaría encantada con una conjuntivitis!!!
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