Hacía muchísimo tiempo que no escribía. Pues bien. Vuelvo con un relato breve, erótico. Muy explícito. Mucha gente lo calificaría de pornográfico. Las imágenes sí lo son. Lo advierto. Deseo que lo disfrutéis.
EL DUEÑO DE MI CUERPO
Entro desnuda en mi cama. Necesito sentir en mi piel el contacto de tus manos. Sigilosamente te introduces bajo las sábanas y me tocas. Suspiro…
Acaricias mi cuello, haciendo descender tu mano muy despacio, entreteniéndote en mi clavícula, llegando al hombro y allí te paras. ¿Descenderás por mi brazo, lentamente? ¿O volverás de nuevo hasta mi ansioso cuello?
Yo te mostraré el camino: me tumbo boca abajo. Adoro cuando tú me tocas y yo me dejo querer… Procedes a recorrer mi brazo, hasta llegar a la mano. Despacio, vuelves a subir. Tus dedos llegan a mi hombro y ahora bajan por mi espalda. Toman el camino más sencillo, siguiendo mi columna vertebral. Te entretienes en cada vértebra, alargando cruelmente las caricias, haciéndome desearte más y más… Me arqueo como una gatita, incluso ronroneo. Mis jadeos te piden que aumentes el roce, o el ritmo, o la presión. Te piden más. Más “lo que sea”, pero más. Y entonces, la columna se termina…

Acercas todo tu cuerpo, enredando tus piernas con las mías. Tu boca, en el hueco de mi cuello, muy cerca de mi oído. Suavemente, comienzas a susurrar lo que me vas a hacer. Sabes que me enciende mucho más cuando me adelantas lo que vendrá. Aunque más tarde te salgas del guión. Consigues hacerme entrar en combustión.
—¿Me deseas bastante o aún no? ¿Necesitas oírme pronunciar esas palabras que prenden tu deseo? Voy a penetrarte, amor.
Mi cuerpo vuelve a arquearse y suspiro profundamente.
Pura y dura sensualidad... Como todo lo tuyo, bella Mary Ann...
ResponderEliminarGracias, Javi. A veces, el cuerpo me pide ser absolutamente libre y escribir lo que deseo. Como tú dices, pura y duramente. Gracias por tu comentario. Un beso.
EliminarExcitante regalo Mary, (saborcito para los paladares más exigentes).
ResponderEliminarGracias, Frank. Un besazo. ;-)
EliminarInteresante e intenso relato, Mary, lo de «Puta y dama,[...] perrita y mujer» me trae recuerdos, jejeje. Deliciosas letras que degusté en ese mundo personal que creas. Besos!
ResponderEliminarGracias Alonso. Celebro contribuir a que recuerdes, a que revivas, a que vivas... También me gusta tu forma de expresarlo. Besos a ti también. ;-)
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