Hace unos días participé en una conversación en face en la que se hablaba de escribir sobre un trío. Yo nunca había escrito sobre ello, pero alguien me sugirió unas ideas que me llevaron a inventar esta fantasía. Bueno, como siempre, espero que lo disfrutéis tanto como yo disfruté escribiéndolo e imaginándolo.
Va por ti!
EL HOTEL
Al llegar a nuestro hotel, Íñigo me vendó los ojos.
- Sssshhhhh – me dijo. – No te muevas, ni hables. Sólo
espera.
Y me dejó completamente cargada de deseo, en silencio, en
medio de la habitación.
De repente unos labios sellaron los míos, con un húmedo
beso que no reconocí. Sabía que no eran los labios de Íñigo. Extrañada y
excitada a la vez, respondí al beso con toda mi pasión. Aquellos labios se
separaron y entonces vinieron otros, que sí eran los de mi marido. Mientras,
los anteriores comenzaron a besar mi cuello. Unas manos masajearon mis pechos
desde atrás. Aquella boca se acercó a mi oído y me susurró:
- Soy Alejandro...
¡No podía ser! ¿Alejandro? Pero ¿Cómo…? Decidí dejarme
llevar por el momento y no pensar… ¡sólo sentir!
Comenzó un maremagnum de caricias sobre mi cuerpo: cuatro
manos, dos bocas, dos lenguas, y dos pollas que notaba rozarse contra mis
piernas, mi culo, mis caderas y mi espalda… Todo lo que sentía me llevaba
a un punto de no retorno, al que me moría por acudir cuanto antes…
Entre los dos, con mucho cuidado, me tumbaron en la cama.
Mientras Íñigo iba abriendo lentamente mis piernas, noté cómo la erección de
Alejandro me daba golpecitos en la cara, como para saludarme. Abrí la boca y la
lamí, la degusté, saboreé esas primeras gotas que no conocía, mientras el
placer que me daba la lengua de mi marido en mi coño, me volvía loca. El juego
de manos no paraba: dos se ocupaban de mis piernas, mis coño y mis nalgas,
tanteando alguna vez otro hueco menos accesible, desde aquella postura. Las
otras dos se ocupaban de mi pecho, mis brazos, mi cuello y mi cabeza, se
entretenían en mis orejas, en mi nuca,… introdujeron sus dedos por entre mi
pelo, animándome a que siguiera
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Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.
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Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.
Rápido y certero....fantasía o realidad...buen relato.
ResponderEliminarGracias Eugenia. Rápido... no fue (jajajaja) Fantasía o realidad se mezclan tan a menudo... Celebro que te haya gustado!!!! Un beso!
Eliminar¡Qué bueno! Y me encanta ese punto de duda, queda perfecto. La verdad es que escribir sobre tríos no es fácil, pero te ha quedado genial.
ResponderEliminarGracias Lucia. Me ha encantado escribirlo! La duda del final surgió exactamente al final, pero me gustó mucho introducir ese "Sí-pero-no". Gracias de nuevo por leerme. Nos "vemos". Besos.
EliminarDeseo concedido! Pero yo no tengo dudas. Creo que fue un regalo de Íñigo hacía su mujer pero mezclando la fantasía con la realidad al vendarle los ojos, una forma de evitar miradas de deseo y lujuria por parte de su mujer y su amigo . Ha quedado perfecto!
ResponderEliminarVaya, May! Me encanta tu interpretación! Te advierto que no había pensado en ello. Pero me gusta: Creo que si yo fuera la chica, me gustaría tener a Íñigo de marido!!! jajajaja Debería cambiar el título: me gusta el tuyo. "Deseo concedido" Permiso para ello!!!
EliminarPermiso concedido! Jajajajaja
EliminarWoW!! Mary Annnnnn, como me dejó Alejandro! y como dice perfectamente May... cero miradas mmm muy interesante eso, está buenísimo!!!!
ResponderEliminarjajajajaja Celebro que te haya gustado, Alejandra. Y que tu "tocayo" te haya dejado "así". jajajaja Y sí: está buenísimo! jajajaja. Besos. Gracias por tu comentario.
EliminarUfffff !!! Mary Ann, menudo regalazo de Iñigo a su mujer, y ese Alejandro, para recordarlo siempre....muy bueno Mary Ann el relato
ResponderEliminarGracias Sisa. Me alegro de que te gustara, tanto el relato como Alejandro (e Íñigo). Gracias por leerme y por tus comentarios. Besos.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarme ha encantado...corto pero muy explicito...en tu línea jejejejejejej
ResponderEliminarGracias Julián! Celebro que te haya gustado! Seguimos "leyéndonos". Besos.
EliminarMadre mía Mary Ann!!!!, para ser el primero que escribes sobre tríos te ha quedado genial, tendrás que esforzarte mucho para mejorarlo.
ResponderEliminarCortito e intenso. Buena idea lo de dejarnos con la duda.
gracias Ana!!! O también puedo llevarlo a la práctica y ver si me salen más largos o mejores! jajajajaja Bueno, creo que Adrián no va a estar muy de acuerdo!! jajajaja Besos.
EliminarHola mary Ann es la primera vez que te leo , por medio de una amiga en común , y me has dejado perpleja , buenísimo diria yo , fabuloso , me ha encantado , muchas gracias por tener esa imaginación y esas fantaíias , que a cualqier mujer creo que nos gustaría , enhorabuena , espero seguir leyéndote , saludos.
ResponderEliminarHola Angelita. Celebro que te haya gustado. Cuando quieras, estaré encantada de leer tus comentarios a mis relatos. Puedes trastear por el blog o agregarme en facebook. Mil gracias y un beso para ti. Y otro para la amiga común.
EliminarMuy bueno, es el primero que leo tuyo...
ResponderEliminarGracias Toni.
EliminarBesos.
Este relato lo había leído pero no lo había comentado. Es una fantasía que mucho matrimonios tienen pero tú lo has expresado cojonudamente. Un besazo
ResponderEliminarGracias Sandra. Fue muy fácil escribirlo. Y mucho más, desearlo. Besos.
EliminarUfffff menudo relato, sorprendente final, genial
ResponderEliminarGracias Begoña. Celebro que te sorprendiera el final. A mí también me gustó. ;-)
EliminarMuy bueno Mary Ann relato lleno de erotismo y misterio nunca se sabe si lo ocurrido es realidad, es un sueño es una fantasía es un deseo o una mezcla de ello. Deja abiertas todas las posibilidades. Cumple su fantasía?¿Su marido le hizo ese regalo? muy bueno dejandonos con la incógnita de lo ocurrido
ResponderEliminarGracias Anthony. Lo has captado a la perfección. Gracias por leerme y comentarme. Un beso enorme.
EliminarSin duda cuando se ama se llegan a hacer cosas que sin amar nos resultarían imposibles. Besos corazón.
ResponderEliminarNo entiendo como estando vendada reconoces la polla de uno u otro con solo rozarte, o las manos con solo abrirte las piernas (no me digas que reconoces todo de tu marido, o que la mujer sabe quien es quien), no está mal, aunque pareces tener prisa en correrte....besos
ResponderEliminarPD: Luego dices que no te leo nada
Gracias por leerme y por comentarme.
EliminarEn cuanto a tus dudas sobre si la protagonista reconoce a su marido o al otro amante... pues se las trasmitiré... Y tu sensación sobre sus prisas...
Gracias de nuevo Luis.
Más besos a ti.
Como siempre, directa y brutalmente sensual y apasionada... Es un gozo leer algo así, mi bella Mary Ann...
ResponderEliminarGracias Javi. Celebro que te gustara. ;-)
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