martes, 10 de marzo de 2020

El espíritu del alce (Serie Lake House nº 1), de Yolanda Revuelta.


Compré esta novela en este enlace de amazon. De momento sólo está en formato digital y es la primera de la serie Lake House. La novela es autoconclusiva.

Sinopsis:
Tras un ataque a un campamento del ejército americano en tierras hostiles, Oliver Shearman es herido. En uno de los bolsillos de su uniforme lleva una carta dirigida a una mujer que ni siquiera conoce. Durante un tiempo se debate con qué hacer con ella. ¿Entregársela a su destinataria o destruirla? La respuesta a su pregunta la tiene solo él.
El día a día de Laurel Mitchell no es nunca fácil. Es viuda y tiene dos hijos que le complican aún más la existencia. La economía familiar tampoco es que sea muy boyante. Todo se le hace cuesta arriba, y no encuentra las soluciones que tanto ansía. Lo que ella no sabe es que, a cientos de kilómetros de Wolcott, Vermont, hay un desconocido que piensa en ella y que está a punto de cambiarle la vida.

LA OPINIÓN DE MARY ANN
Comencé esta historia por ser de Yoli Revuelta, la verdad. Y desde el primer capítulo, hubo algo que me echó para atrás. Y es que al igual que no me agrada la novela negra, del mismo modo me disgustan las escenas o temáticas bélicas. Y claro, Oliver es un soldado: ¡¡EMPEZAMOS MAL!! Pero como no se puede comenzar mal jamás, rápidamente devoré el segundo capítulo; luego el tercero, y así de modo que no pude dejarlo hasta terminar. Sólo paré para las necesidades básicas y vitales, jajaja…
De todos modos, el ambiente me atrapó enseguida. El contexto era favorable: territorio del norte, muy cercano a Canadá, de hecho. Los alces, los animales en general, los arces y la vida del bosque o del río, todo lo que tiene vida es importante en esta novela: el amor por la vida, algo conecta directamente conmigo.  
Personalmente me encantó todo lo que tiene que ver con la familia: las relaciones entre una madre y sus hijos, conflictos generacionales y cariño por encima de todo. Son temas con los que me es fácil identificarme, que es esa puñetera manía que tengo yo con algunas novelas, jajaja…
Otro pedazo de tema que aparece en la novela: la relación de amistad entre Laurel y Micaela. Y también entre Oliver y Micaela. Adoro ver esas amistades hombre – mujer, que muestran una vez más la posibilidad de que dos personas estén unidas y no por el amor, independientemente de su sexo.
Geniales los momentos de tensión, de humor, los de romance o los de relaciones humanas.
Pero lo mejor de todo es cuánto me ha hecho pensar en mi vida real. Cuánto me ha recordado a personas que me rodean, a momentos cotidianos, a situaciones reales, más o menos rutinarias. Lecturas como ésta me llevan a pensar mucho, e incluso a tomar decisiones.
Me gustaría destacar una frase, aunque debo reconocer que me ha costado muchísimo quedarme sólo con una: “Ahí estaba el verdadero dilema, en conjugar el verbo suponer y no salir herida”.







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