martes, 18 de febrero de 2014

EL HOTEL

Hola:
Hace unos días participé en una conversación en face en la que se hablaba de escribir sobre un trío. Yo nunca había escrito sobre ello, pero alguien me sugirió unas ideas que me llevaron a inventar esta fantasía. Bueno, como siempre, espero que lo disfrutéis tanto como yo disfruté escribiéndolo e imaginándolo.
Va por ti!





EL HOTEL

Al llegar a nuestro hotel, Íñigo me vendó los ojos.
- Sssshhhhh – me dijo. – No te muevas, ni hables. Sólo espera.
Y me dejó completamente cargada de deseo, en silencio, en medio de la habitación.
De repente unos labios sellaron los míos, con un húmedo beso que no reconocí. Sabía que no eran los labios de Íñigo. Extrañada y excitada a la vez, respondí al beso con toda mi pasión. Aquellos labios se separaron y entonces vinieron otros, que sí eran los de mi marido. Mientras, los anteriores comenzaron a besar mi cuello. Unas manos masajearon mis pechos desde atrás. Aquella boca se acercó a mi oído y me susurró:
- Soy Alejandro...
¡No podía ser! ¿Alejandro? Pero ¿Cómo…? Decidí dejarme llevar por el momento y no pensar… ¡sólo sentir!
Comenzó un maremagnum de caricias sobre mi cuerpo: cuatro manos, dos bocas, dos lenguas, y dos pollas que notaba rozarse contra mis piernas, mi culo, mis caderas y mi espalda… Todo lo que sentía me llevaba a un punto de no retorno, al que me moría por acudir cuanto antes…
Entre los dos, con mucho cuidado, me tumbaron en la cama. Mientras Íñigo iba abriendo lentamente mis piernas, noté cómo la erección de Alejandro me daba golpecitos en la cara, como para saludarme. Abrí la boca y la lamí, la degusté, saboreé esas primeras gotas que no conocía, mientras el placer que me daba la lengua de mi marido en mi coño, me volvía loca. El juego de manos no paraba: dos se ocupaban de mis piernas, mis coño y mis nalgas, tanteando alguna vez otro hueco menos accesible, desde aquella postura. Las otras dos se ocupaban de mi pecho, mis brazos, mi cuello y mi cabeza, se entretenían en mis orejas, en mi nuca,… introdujeron sus dedos por entre mi pelo, animándome a que siguiera 
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Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.

lunes, 10 de febrero de 2014

EL HOSPITAL

Hola:
Hoy hemos terminado El Hospital 3. Como ya expliqué en las anteriores entradas, son textos de Julián Pulido. Mi labor es la de editar el texto (jajajajaja). Por eso he pensado que, si lo queréis leer, mejor entrad en su blog para ver todos los textos con sus fotos. Como siempre, deseo que disfrutéis mucho de los relatos.
Besitos.


http://midominioindecente.blogspot.com.es/

viernes, 7 de febrero de 2014

EL FISIO 2

Hola:
Ya estoy aquí con "El Fisio 2". Debo reconocer que cuando empecé a escribirlo, no iba a tener continuación, pero hubo 2 razones para continuar y acabar esta historia.
La primera es que varias personas me lo pidieron, y me apeteció mucho darles gusto. En esta misma línea, yo creo que el propio Rubén estaba desesperado porque lo hiciese (jajajajaja)
Y la segunda es que ante todo soy una romántica empedernida. Y no soporto las historias que no "acaban bien". Así que "no me ha quedado otro remedio" que escribir el final feliz.
Me gustaría que lo disfrutarais, como siempre. Muchos besitos.
Ah! Esta vez se la quiero dedicar a Gabriel, nuevo lector de mi blog. Comenzó a leerme hace unos pocos días y le gustó "El fisio". ¡Va por ti, artista! Gracias.



EL FISIO 2

            - ¡Peluquería Mila, dígame! – contestó la voz cantarina de mi maravillosa peluquera.
- Mila, cielo, soy Elena. ¿Podrías cogerme esta tarde sobre las seis? – pregunté.
- Claro, Elena. A esa hora no tengo a nadie. ¿Lavar y peinar? Mmmmm… Perfecto. Te apunto. Oye, antes de que se me olvide: Rubén, el fisio, estuvo viniendo toda la semana a preguntar a ver si habías venido. Me dijo que había perdido tu teléfono y que te habías olvidado algo allí. Bueno, ¿te ha llamado o qué? – me interrogó. Mila era un amor, tenía unas manos de oro, pero era un poco cotilla.
- ¿Eh? No, quiero decir sí. Me llamó porque me había olvidado la pashmina. Luego pasaré a por ella, de hecho. Bueno, a las seis bajo, ¿vale? – quise cortar.
O sea que Rubén le había pedido mi teléfono. Pero no me había llamado. Vale, yo tampoco a él y después del plantón que le di… Pero decidí que no podía seguir comportándome como una adolescente maleducada, así que le llamé. Sonó seis veces antes de que contestara, así que ya estaba a punto de colgar.
- Hola Elena. Dime – respondió muy seco.
- Hola Rubén. Bueno, lo primero es pedirte… – comencé a hablar.
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Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.

martes, 4 de febrero de 2014

REFLEXIONES

Hola:
Estas reflexiones son del 30 de Enero. No fue un día fantástico, pero hubo mucha gente que me hizo ver que "Todo va bien". No obstante, quería dejarlas escritas. Besitos.


Hoy estuve pensando:

• A veces decimos las cosas sin darnos cuenta de que, quien las escucha, también las siente.
• A veces decimos “Amigo” cuando queremos decir “Conocido”.
• A veces estamos solos, aunque estemos rodeados de personas.
• A veces decimos “Cuenta conmigo siempre” cuando queremos decir “Ahora quiero contar contigo”
• A veces decimos “Hasta mañana”, cuando queremos decir “Adiós”.

Buenas noches.

TÚ ERES MI VIDA

Hola:
Quiero compartir con vosotros esta reflexión que hice esta tarde. Espero que os guste. no sé si está bien escrito, lo que sé es que es verdad. ¡Tú sabes que lo es! Disfrutadlo. Besitos.


TÚ ERES MI VIDA
¡Sí, tú! Pero ya lo sabías.
Tú eres el dueño de mi vida. Eres quien me trata con dulzura, quien me acaricia al despertar y me abraza al acostarme. Eres quien me escucha cuando estoy triste y también cuando estoy feliz. Eres quien me mira como si, sin mí, su vida no tuviera sentido. Quien me sujeta cuando tropiezo y quien me empuja cuando parece que no quepo.
Tú eres la fuerza que me ayuda a seguir cuando el camino es difícil. Tuyas son las huellas que se forman en la arena cuando no puedo caminar: eres tú quien me lleva en brazos.
Es a ti a quien le cuento mis alegrías. Contigo comparto mis éxitos. Es a ti a quien quiero contarle mis preocupaciones, pero también mis sueños. Contigo quiero hacer realidad mis fantasías. Tú eres quien ha cambiado para adaptarse a mis nuevas ilusiones.

Eres tú, mi vida: pero tú ya lo sabías.