viernes, 14 de abril de 2017

NI ADIÓS, NI HASTA LUEGO.

Hoy escribí la "última" reseña de un libro de Álex García. Al comenzarla, me salió este texto que quiero compartir con vosotros. Pero vi que no era una reseña, sino una despedida. Por eso la recomencé desde el principio y ya la he publicado en este blog, en amazon y en las redes.
Pero quiero enviar esta especie de carta a Álex. No puede ser un adiós, no lo resistiría. Es un "hasta que tú quieras". Un beso, Álex.

Me siento extraña, teniendo que reseñar una novela que es (por el momento), la última del autor que más he leído y más me ha gustado, en los últimos tres años. La última novela de un escritor que creó mi historia preferida. Además de ser un amigo que me ha ayudado mucho en mi vida como escritora y también en mi vida personal.
De hecho, me sentí extraña leyendo la primera vez SUEÑA CONMIGO, PETER PAN. En esa primera lectura, a mi juicio, primaba la desilusión del propio autor, que hacía que la historia no me enganchara. Él mismo me lo dijo. Pero también influía mi situación personal, por lo que me costó mucho seguir el hilo de la historia, comprender algunos fragmentos y terminar el libro.
Al leerlo, no sólo conocía la historia de Iván y Laura, sino que también notaba el cansancio y desidia de Álex García por un mundo, el de la escritura, en el que últimamente vale todo. Le sentí harto de escribir un género, el de romántica, en el que se cuelan personas con poco o nada de respeto a los lectores, pariendo libros que llaman novelas, con faltas de ortografía, gramaticales, de expresión, de estilo o de argumento. Lo vi agotado de documentarse para crear preciosidades en histórica o ciencia ficción que no venden casi nada porque no te llamas “Nosecómo” o no publicas con “Chupiguay Ediciones”.
Pero la terminó. La última.
Y yo la leí. Por completo.
Y ahora, siguiendo su consejo, la he releído.
Él tenía razón: en una segunda lectura me gustó mucho más. Quiera que no, he prestado más atención a detalles que, al final del libro, son absolutamente decisivos. Y cosas importantes o menos, que se me habían pasado. De hecho, me sorprendí al encontrar alguna escena que para mí era absolutamente nueva. Es evidente que algo no iba bien cuando lo leí por vez primera.
Pero de todos modos, sigue sin tener la magia de La Esencia, la garra de Púnica o la fuerza de Romano. La historia es buena y está bien escrita, pero no es lo mejor de Álex. Esa era la tónica a la que nos tenía acostumbrados: la mejor siempre era la última, aunque alguna de sus beta no estuviera de acuerdo.
Ahora ya se acabó. Precisamente por eso: él sabe que no es la mejor. Y todo eso, unido a su desidia, han preparado el equipaje para un viaje que ya estaba debidamente anunciado. Todos perdemos con tu marcha, Alex. Unos más que otros, por supuesto. Me pregunto cuánto pierdes tú… y yo sola me respondo.
Ha sido un placer navegar en este barco contigo, Capi. Uno de los mayores placeres de la vida. Gracias por todo.


2 comentarios:

  1. Intenso y emotivo... En tu línea, bella Mary Ann...

    P.D...: A ver cuándo saco tiempo para leer al amigo Alex García...

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    1. Te gustará, Javi. Mil gracias por pasarte y comentar. Un beso.

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